Miguel Vivanco
Corresponsal
El Comercio (Perú)
Domingo 5, 2010
Washington. El escándalo desatado por Wikileaks, tras la publicación en su portal de Internet de un lote de 250.000 documentos reservados, emitidos por el Departamento de Estado y el Pentágono, sigue causando desconcierto en el mundo. Todos quieren conocer detalles de la red de ‘hackers’ (piratas) que filtraron la información, quiénes financiaron las operaciones de espionaje y las consecuencias diplomáticas en el futuro próximo. En América Latina, varios gobiernos anhelan saber cuánta verdad o mentira encierran las 20.000 páginas redactadas desde las embajadas estadounidenses que operan en la región, las cuales serán divulgadas pronto. En los últimos días, se conocieron contenidos de cables reservados referentes a las pasadas elecciones presidenciales en el Perú, la destitución illegal del presidente Manuel Zelaya en Honduras y el buen nivel de cooperación existente entre Estados Unidos y Brasil. Pero también se revelaron comentarios nada diplomáticos, como la estabilidad mental de la presidenta argentina Cristina Fernández, la existencia de un tumor nasal del mandatario boliviano Evo Morales, la informalidad extrema del presidente venezolano Hugo Chávez y el acercamiento del presidente ecuatoriano Rafael Correa a Irán. La efectividad de los servicios de inteligencia estadounidenses hoy es cuestionada no solo por la Casa Blanca y el Capitolio, sino por el ciudadano común.
Extrañas finanzas
Luego del escándalo, iniciado en mayo del 2010 cuando el ‘hacker’ colombiano estadounidense Adrián Lamo delató al soldado Bradley Manning de ser una de las fuentes que filtró a Wikileaks miles de documentos secretos sobre la guerra en Afganistán y en Iraq, recién en Washington empezaron a rastrear en serio las fuentes de financiamiento de dicho portal.
A partir de ese momento, todos escudriñaron el pasado del australiano Julian Assange y las razones que lo motivaron para poner en aprietos al Gobierno de Estados Unidos. Ahora se sabe que la fundación alemana Wau-Holland Stiftung, creada en memoria de uno de los fundadores de la más conocida organización de ‘hackers’ germanos, el Chaos Computer Club, gestiona la mayoría de los donativos que financian el funcionamiento de Wikileaks. Winfried Motzkus, presidente de esa organización, admitió esta semana que su fundación ha subvencionado, hasta ahora, con 750.000 euros el mantenimiento de los servidores y transmisión de datos de Wikileaks, así como los salarios y dietas de los diez empleados de la web especializada en revelar informaciones secretas y confidenciales.
Pero el FBI investiga si el financiamiento podría provenir únicamente de fuentes privadas o existen conexiones secretas con algunos gobiernos enemigos o grupos radicales. Ahora existe un equipo especial que investiga a fondo las condiciones secretas o económicas que habrían aceptado los diarios “The Guardian” (Inglaterra), “The New York Times” (Estados Unidos), “Le Monde” (Francia), “El País” (España) y el semanario “Der Spiegel” (Alemania) para publicar los documentos. Lo sorprendente es que ya se recaudaron US$90.000 para financiar la defensa de Manning, sobre quien pesa una eventual condena de 52 años de prisión.
Puntos de vista
El peruano Alejandro Sánchez Cornejo, analista en temas de seguridad nacional del Consejo para Asuntos Hemisféricos (COHA) de Washington, calificó como bochornoso el escándalo generado por Wikileaks, el cual puede generar falta de confianza y distanciamiento diplomático entre Estados Unidos y los países de América Latina. “Desde ahora, presidentes, funcionarios y diplomáticos pensarán dos veces antes de compartir sus puntos de vista con los representantes estadounidenses. La desconfianza, el desconcierto y el temor van a generar ciertas reservas en el flujo de información que proviene de América Latina”, comentó nuestro compatriota. Sánchez agregó que el caso Wikileaks no afectará la estabilidad democrática de EE. UU., pero hay que tener cuidado con las consecuencias que podría tener en América Latina, debido a la divulgación de documentos secretos. “Es bueno recordar que se necesitó de un video para terminar con el gobierno de Alberto Fujimori en el Perú. Ese video provocó la caída del poderoso asesor Vladimiro Montesinos y cientos de funcionarios corruptos. La pregunta es qué podría suceder con la democracia en América Latina si se revelan temas secretos”, enfatizó el analista. También descartó que la filtración de documentos fuese instigada por la extrema derecha o el Partido Republicano contra el presidente Barack Obama. “La mayoría de cables habla de la guerra en Iraq cuando Bush era presidente”, agregó.
Para Peter Hakim, ex presidente de la fundación Diálogo Interamericano, las revelaciones de Wikileaks han causado una inesperada complicación en la estrategia diplomática que pretende desarrollar el gobierno del presidente Barack Obama en América Latina. “Lo que se ha dicho sobre Latinoamérica no es sorprendente ni particularmente vergonzoso. Las revelaciones de Wikileaks han creado cierta incomodidad en las relaciones entre la region y Washington. La preocupación radica en qué tipo de contenidos podrían ser revelados en futuros documentos”, comentó el analista político. Hakim precisó que ni los ciudadanos de Latinoamérica ni los de cualquier otra región del mundo podrán evitar la agonía de saber exactamente qué es lo que Washington piensa de sus países o sus dirigentes. “Hoy se ha liberado una fracción minúscula de los 250.000 documentos –cerca de 20.000 de ellos provienen de embajadas de EE.UU. en América Latina– prometidos por Wikileaks, pero losmateriales que se han publicado dan una idea de lo que queda porvenir”. Π
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