Wednesday, March 16, 2011

Seminar on Disarmament and Nonproliferation








Seminar on Disarmament and Nonproliferation
Monday, March 28, 2011 - Wednesday, March 30, 2011
http://bit.ly/hSKxeN

Inter-American Defense College
210 B Street SW Bldg 52
Fort McNair
Washington, District of Columbia 20319
United States
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Organization of American States
200 17th St NW
Washington, District of Columbia 20006
United States
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Una sugerencia al Presidente Hugo Chávez – Reevalue sus Alianzas

Una sugerencia al Presidente Hugo Chávez – Reevalue sus Alianzas
by el Analista de COHA Alex Sanchez
http://bit.ly/gN3DN9

Mientras la violencia continuaba en Libia a finales de Febrero, comenzaron a aparecer rumores informando que el líder del pais nor africano había escapado a Venezuela. Estos rumores probaron ser falsos eventualmente, sin embargo es importante mencionar que uno de los ex ministros de Muammar Gaddafi (ahora parte de la oposición) sugirió que el líder Libio viajaría a Caracas para obtener asilo. Mientras que la situación en Libia se deteriora y las operaciones militares entre rebeldes y el gobierno se intensifican, analistas internacionales que se especializan en Latino America se están preguntando si Hugo Chávez eventualmente ofrecerá asilo a su aliado nor africano y si éste lo aceptará.

Caracas estuvo inusualmente callado durante las primeras fases de las manifestaciones anti-Gaddafi en Libia, pero Chávez eventualmente declare un total apoyo a su aliado en problemas. La lealtad de Chávez a Gaddafi y su oposición a una posible intervención militar Americana y Europea es algo que puede ser encomiable. Sin embargo, el líder venezolano debería reevaluar la base y la calidad de sus amistades, especialmente en vista de los últimos acontecimientos sangrientos contra los civiles libios, el pobre record de Gaddafi durante las cuatro décadas en el poder y los pobres prospectos de que su régimen sobrevivirá.

El 3 de marzo, Chávez hizo un cambio de menor importancia al apoyo brindado a Gaddafi cuando expresó su interés en ayudar a mediar en el conflicto entre el gobierno libio y las regiones rebeldes del país. La vacilación de Chávez entre una postura dura y blanda en la justicia de la causa de Gaddafi se puede interpretar, desde un enfoque pragmatico, como un giro a una posición mas moderada. Sin embargo, la oferta de mediación ha sido rechazada por la oposición de Libia, así como por miembros de la OTAN. El 5 de marzo los aliados de Venezuela en la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) expresaron su apoyo a una misión de paz, que Chávez ahora sugiere podría ser dirigida por el ex presidente de EE.UU. Jimmy Carter o el ex presidente cubano Fidel Castro. Brasil, aunque no explícitamente es favorable a la propuesta del ALBA, ha dicho que favorece una “solución negociada” sobre la acción militar prospectiva bajo la consideración de los EE.UU. y sus aliados de la OTAN.

La situación diplomática y militar en relación con Libia es cada vez más compleja hoy en día. Pero independientemente de los resultados, los primeros comentarios de Chávez en apoyo a Gaddafi sirven para recordar a la comunidad internacional que, mientras que él es autor de visiones sociales y algunos programas benéficos que han servido a su pueblo , el líder venezolano tiene una historia de unirse con los aliados de mala fama, que no comparten sus preocupaciones humanitarias.

Chávez y Gaddafi
Chávez ha mantenido una estrecha relación con Gaddafi tanto a nivel personal como a nivel intergubernamental por más de una década y ha realizado numerosas visitas diplomáticas a su homólogo en Trípoli. En el 2004, Libia otorgó a Chávez el Premio Internacional de Derechos Humanos Gaddafi por “resistir al imperialismo”. Además, en el 2006 Gaddafi puso el nombre de Chávez a un nuevo estadio de fútbol cerca de la ciudad de Benghazi. A cambio, el líder venezolano dio a Gaddafi, como presente, una réplica de la espada del héroe de la independencia sudamericana Simón Bolívar después de la Cumbre 2009 África-América del Sur.

Los analistas han comparado ambos intentos, de Chávez y Gaddafi, de ejercer una mayor influencia en sus respectivos continentes. En diciembre de 2004, en el Christian Science Monitor, el periodista Mike Ceaser argumentó que “el empuje regional de Chávez es similar al esfuerzo de Libia de Muammar Gaddafi como presidente a finales de 1990 en África”. El líder libio tenía visiones de la creación de una especie de Estados Unidos de África y ha gastado miles de millones de dólares , dinero del petróleo, para obtener el apoyo de las naciones africanas. Pero mientras que los gobiernos recibieron sus inyecciones de efectivo y el petróleo barato, su visión nunca se realizó”.
Hay un paralelo innegable entre los dos líderes en el uso de las ganancias del petróleo para lograr una mayor autoridad regional. Durante este período de gran agitación popular en todo el norte de África, Chávez es uno de los pocos jefes de Estado, acompañado por Raúl Castro de Cuba y Daniel Ortega de Nicaragua, en tener la controvertida posición de respaldo a Gaddafi. El líder venezolano ha sido citado en los medios latinos cuando dice “Apoyamos al gobierno de Libia, la independencia de Libia … queremos la paz en Libia y estamos en contra de la posibilidad de una intervención extranjera”. En lugar de abordar el marco de derramamiento de sangre causado por las fuerzas pro-Gaddafi, Chávez ha recurrido a su retórica habitual de criticar “la hegemonía yanqui” y su implicación militar en curso, en los asuntos nacionales de otros Estados.

La oferta de Chávez de armar un denominado “Comité de la Paz” para mediar en la crisis de Libia ha sido rechazada por la Liga Árabe, la comunidad internacional y las fuerzas de oposición en Libia. Mustafa Abdel-Jalil, ex ministro de la justicia libia y jefe de la oposición basada en Benghasi, argumentó que no había sido consultado sobre la iniciativa. Tanto los EE.UU. como Francia rechazaron la propuesta debido a su falta de voluntad para aceptar cualquier acuerdo diplomático que deja a Gaddafi en el poder. Al parecer, Gaddafi puede estar más inclinado a participar en las negaciones dada la amenaza inminente de guerra civil que se consume más los ingresos del petróleo, sin embargo parece que esta propuesta no va a prosperar.

Chávez y sus controversiales amigos
Gaddafi es uno entre varios jefes de Estado polémicos que disfruta de relaciones de amistad con Chávez, Irán, Siria, Bielorrusia y Venezuela son aliados cercanos. El apoyo declarado de Chávez para estas naciones es a menudo expresado en un lenguaje que declara el derecho a la autodeterminación política, y el deseo de estar juntos en la resistencia a la dominación occidental. El presidente venezolano se opone a cualquiera y a todas las sanciones económicas impuestas contra Irán para frenar sus aspiraciones nucleares.

Las declaraciones hechas por todos los lados muestran un aire general de bonhomía y el desafío occidental entre los jefes de estas naciones, todos los cuales tiene un cuestionable historial en situaciones de derechos humanos. En una visita a Venezuela en octubre 2010, el presidente sirio, Bashar Al-Assad expresó su admiración por Chávez cuando señaló que “hay pocos políticos que son valientes para hablar cuando es necesario … Chávez ha proyectado la imagen de una Venezuela resistente” Chávez reforzó la buena voluntad mutua, afirmando que “ la civilización árabe y nuestra civilización [América Latina] … se convocan en este nuevo siglo para jugar el papel fundamental de liberar el mundo, salvar al mundo del imperialismo y la hegemonía capitalista que amenazan a los seres de la especie humana … Siria y Venezuela están en la vanguardia de esta lucha “.

Además, Chávez goza de una vibrante amistad con Alexander Lukashenko, el presidente de Bielorrusia popularmente conocido como “el último dictador de Europa”. A lo largo de los años, Lukashenko ha tenido éxito en el aplastamiento de los grupos de oposición y se mantuvo en el poder mediante cuestionables reelecciones con triunfos electorales aplastantes. En una visita 2006 a Bielorrusia, Chávez claramente gustaba lo que veía en el gobierno de Lukashenko, proclamando que “aquí vemos un modelo de estado social como el que estamos empezando a crear”. Después de las muy disputadas elecciones presidenciales bielorrusas en diciembre 2010, donde Lukashenko ganó con un dudoso 79% de los votos, las protestas se desataron y resultaron en el arresto y encarcelamiento de más de 580 personas. Chávez declaró su apoyo a la reelección de Lukashenko, que describe la victoria electoral como “un día extraordinario para la democracia … Lukashenko sabe cómo llevar a la patria gloriosa a la independencia, poniendo los intereses sagrados de su pueblo por delante de las intenciones de mentes estrechas de las potencias mundiales. ” Aparte del apoyo político compartido,Venezuela y Bielorrusia se han unido en una serie de iniciativas conjuntas relacionadas con el petróleo, incluyendo la Asociación Petrolera BeloVenezolana en virtud de la cual las dos naciones desarrollarán dos nuevos campos petroleros en Venezuela .

Tener amigos en lugares no deseados – El cambio que necesita la Política Exterior de Chávez
Chávez ha hecho una carrera de la crítica de Washington, que él define como “imperialista e intervencionista”. Si bien las críticas de Chávez a menudo son mal recibidas en la comunidad internacional, los objetivos de sus comentarios no son del todo más allá del reproche cuando se trata de apoyar a las naciones extranjeras con pobres historiales de derechos humanos. Los EE.UU. y la UE mantienen estrechos lazos con varios estados que pueden ser etiquetados como enormes represivos: Por ejemplo el comercio que existe con China a pesar de las políticas de represión interna del país. Otro ejemplo sería la amistad de décadas de Washington con el recientemente depuesto líder de Egipto, Hosni Mubarak, una alianza basada en intereses mutuos a pesar de la triste historia de la represión en Egipto.

Sin embargo, al final Washington a menudo queda bien en su compromiso declarado con los derechos humanos en todo el mundo. En última instancia, EE.UU. cambió su política hacia Egipto y llamó a Mubarak a renunciar. Mientras que un cierto nivel de hipocresía sin lugar a dudas se puede anexar a los EE.UU., Chávez parece ser especialmente audaz en su apoyo a las naciones que han sido brutalmente represivas con sus pueblos como Libia, Irán y Bielorrusia. Los amigos de la revolución bolivariana han instado incansablemente a Chávez a centrarse más en los asuntos internos y bajar el tono de sus intentos de jugar un papel más importante en la escena mundial. Estas peticiones parecen no tener mayor fortuna, el líder venezolano continúa intentando tener una mayor influencia en los asuntos internacionales y fomentando las alianzas contra la percepción de la hegemonía occidental.

Es difícil creer que Chávez podría ser tan ciego como para creer realmente que una persona como Lukashenko de Bielorrusia, podría ganar con el 79% del voto popular, a pesar de las protestas que siguieron a nivel nacional. Tal vez Chávez se está comparando a sí mismo con tales jefes de estado , el líder venezolano sigue siendo muy popular en su país y puede ser tan ingenuo como para creer que Lukashenko goza de un amplio margen de apoyo político. Asímismo se podría argumentar que Chávez se está haciendo de la vista gorda a los problemas graves de los derechos humanos en los países de sus aliados para ejercer influencia geopolítica importante. Los EE.UU. sin duda ha hecho lo mismo a lo largo de la historia al apuntalar a los dirigentes despóticos que simpatizaban con los intereses de Washington.

En la actualidad, una oposición en Venezuela se está movilizando para protestar por el apoyo de Chávez a Gaddafi debido a la brutal represion en Libia. Las facciones de la oposición venezolana han advertido que Chávez está poniendo a Venezuela en la incómoda posición de ser un apologista de los gobiernos repudiados por la comunidad internacional.

Política Exterior y Política Interna
La sugerencia de que Gaddafi podría huir a Venezuela para pedir asilo no es muy exagerada, teniendo en cuenta la historia de Venezuela de dar refugio a los politicos derrocados. Vladimiro Montesinos, ex jefe de inteligencia peruano bajo la dictadura de Alberto Fujimori, huyó a Venezuela cuando el gobierno de Fujimori se desmoronaba. Chávez afirmó públicamente la ignorancia sobre el paradero de Montesinos hasta que la presión internacional obligó al mandatario venezolano a su extradición, después de ocultarlo durante ocho meses en ese país.

Aunque se extiende que dar asilo a sus internacionales hermanos de armas puede parecer una buena idea, el gobierno de Chávez se encontrará cada vez más aislado si continúa por este camino. Las reservas de petróleo de Venezuela garantizarán lazos comerciales con una multitud de naciones que necesitan petróleo, pero Chávez puede terminar en un escenario de disminución de los aliados políticos. La oferta de Chávez de jugar a ser un mediador es interesante después de dejar de lado sus comentarios iniciales de aparentemente apoyo incondicional a Gaddafi. Sin embargo, su capital diplomático parece ser bajo teniendo en cuenta el rechazo a su oferta.

Para un líder como Chávez, cuya carrera política ha presentado un énfasis válido sobre la cooperación Sur-Sur, la elección de los aliados y su voluntad de defender, incluso a los que actualmente cometen violaciones de derechos humanos como Gaddafi de Libia, muestran un compromiso dudoso con las normas básicas de derechos humanos . A pesar de algunos episodios de autoritarismo descarado enVenezuela, tales como la censura de canales de televisión independientes, Chávez no se ha convertido en gran escala, en el dictador opresivo que a menudo caracterizan sus enemigos . Sin embargo, las continuas relaciones con individuos como Lukashenko de Bielorrusia y Gaddafi de Libia, inevitablemente, reducen cualquier expansión de la influencia diplomática de Venezuela.

Monday, March 7, 2011

Press Release: A Suggestion to President Hugo Chávez–Reevaluate Your Alliances by COHA Research Fellow Alex Sanchez

Press Release: A Suggestion to President Hugo Chávez–Reevaluate Your Alliances

by COHA Research Fellow Alex Sanchez
http://bit.ly/gXAhvl

March 7, 2011

As strife heated up in Libya by the end of February, rumors surfaced that long-time leader Muammar Gaddafi had fled to Venezuela. While this development later proved to be inaccurate, it is worth mentioning that one of Gaddafi’s former cabinet ministers (now part of the opposition) suggested that the Libyan head of state should leave the country for Caracas in search of asylum. As the situation in Libya deteriorates and the opposition’s military deployment seems to be foundering, Latin American scholars have openly wondered whether Hugo Chávez will offer asylum to his close Saharan ally, and if so, whether the latter will accept.




Although Caracas was unusually quiet during the early phases of Libya’s rapidly growing anti-Gaddafi manifestations, Chávez eventually declared his full support for his embattled ally. Chávez’ loyalty to Gaddafi and his rejection of calls for intervention against the Libyan leader by the U.S. may be commendable. However, the Venezuelan leader would be wise to reevaluate the basis and quality of his friendships given the recent bloodshed visited upon Libyan civilians, Gaddafi’s poor human rights record, and his bleak long-term prospects of survival.

On March 3, Chávez made a minor departure from his earlier support for Gaddafi when he expressed interest in helping mediate the conflict between the Libyan government and the insurgent regions of the country. Chávez’ vacillation between a hard and soft stance on the justice of Gaddafi’s cause can be interpreted as a turn from a pragmatic to an ideological position. However, the offer to mediate has been rejected by the Libyan opposition as well as members of NATO. The Arab League is still considering the proposal. On March 5, Venezuela’s allies in the Bolivarian Alliance for the Americas (ALBA) expressed support for a peace mission, which Chávez now suggests might be led by former U.S. President Jimmy Carter or former Cuban President Fidel Castro. Brazil, while not explicitly endorsing the ALBA proposal, has said that it favors a “negotiated solution” over the prospective military action under consideration by the U.S. and its NATO allies.

The diplomatic and military situation regarding Libya is becoming more complex by the day. But regardless of the outcome, Chávez’ early comments in support of Gaddafi served to remind the international community that—while he is the author of social visions and some beneficial programs that have served his people well—the Venezuelan leader has a history of joining up with unsavory allies who do not share his humanitarian concerns.

Chávez and Gaddafi

Chávez has maintained a strong relationship with Gaddafi both personally and at the inter-governmental level for over a decade, and has made numerous diplomatic visits to his counterpart in Tripoli. In 2004, Libya awarded Chávez with its annual Gaddafi International Human Rights Prize for “resisting imperialism.” In addition, Gaddafi named a new soccer stadium near the city of Benghazi after Chávez in 2006. In return, the Venezuelan leader presented Gaddafi with a replica of the sword of South American independence hero Simón Bolivar following the 2009 Africa-South America Summit.
Analysts have compared both Chávez and Gaddafi’s attempts to exert greater influence over their respective continents. In December 2004, Christian Science Monitor journalist Mike Ceaser argued that “Chávez’ regional push is similar to an effort by Libyan President Muammar Gaddafi in the late 1990s in Africa. The Libyan leader had visions of creating a sort of United States of Africa and spent billions of dollars in oil money to garner the support of African nations. But while the governments gladly received his cash infusions and cheap oil, his vision was never realized.” There is an undeniable parallel between the two leaders’ use of oil profits to achieve greater regional authority.

During this period of great popular upheaval throughout North Africa, Chávez is one of few heads of state, joined by Cuba’s Raúl Castro and Nicaragua’s Daniel Ortega, to take the controversial position of backing Gaddafi. The Venezuelan leader has been quoted in the Latin News as stating “[W]e do support the government of Libya, the independence of Libya…we want peace in Libya and we are against the possibility of [foreign] intervention.” Rather than addressing the mounting bloodshed inflicted by pro-Gaddafi forces, Chávez has resorted to his usual rhetoric of criticizing “Yankee hegemony” and its ongoing military involvement in foreign states’ domestic affairs.
Chávez’s offer to assemble a so-called “Committee of Peace” to mediate the Libyan crisis has been declined by the Arab League, the international community, and the opposition forces in Libya. Mustafa Abdel-Jalil, former Libyan justice minister and head of the opposition based in Benghazi, argued that he had not been consulted regarding the initiative. Both the U.S. and France rejected the proposal due to their unwillingness to accept any diplomatic accord that leaves Gaddafi in power. It seems Gaddafi may grow more inclined to engage in negations as the looming threat of civil war eats further into oil revenues.

Chávez’ Other Controversial Friends

Gaddafi is one among several controversial heads of state who enjoys friendly ties with Chávez—Iran, Syria, and Belarus are all close Venezuelan allies. Chávez’ avowed support for these nations is often couched in language declaring a right to political self-determination, and a desire to stand together in resistance to Western dominance. The Venezuelan president opposes any and all economic sanctions levied against Iran to curb its nuclear aspirations.

Statements made on all sides show an overall air of bonhomie and Western defiance among the heads of these nations—all which have questionable human rights records. In an October 2010 visit to Venezuela, Syrian President Bashar al-Assad made his admiration for Chávez known when he noted that “there are few politicians who are courageous to speak out when it’s necessary…Chávez has projected the image of a resistant Venezuela.” Chávez reinforced the mutual goodwill, stating that the “Arab civilization and our [Latin American] civilization…are being summoned in this new century to play the fundamental role of liberating the world, saving the world from the imperialism and capitalist hegemony that threaten the human species…Syria and Venezuela are at the vanguard of this struggle.” Aside of shared political support, Venezuela and Syria have joined forces in a number of joint oil-related ventures, including the Petrolera BeloVenezolana partnership under which the two nations will develop two new oilfields in Venezuela.




In addition, Chávez enjoys a vibrant friendship with Alexander Lukashenko, the Belarusian president popularly known as “Europe’s last dictator.” Over the years, Lukashenko has succeeded in crushing opposition groups and remained in power through questionable landslide reelections. In a 2006 visit to Belarus, Chávez clearly liked what he saw in Lukashenko’s government, proclaiming that “we see here a model social state like the one we are beginning to create.” After the heavily disputed December 2010 Belarusian presidential election where Lukashenko won with a dubious 79% of the vote, protests broke out and resulted in the arrest and imprisonment of over 580 individuals. Chávez declared his support for the reelected Lukashenko, describing the electoral victory as “[an] an extraordinary day for democracy…Lukashenko knows how to lead the glorious motherland to independence, putting the sacred interests of his people ahead of the narrow-minded intentions of the world powers.”

Having Friends in Low Places—Not the Change that Chávez Foreign Policy Needs
Chávez has made a career of critiquing Washington, which he defines as “imperialistic and interventionist.” While Chávez’ critiques are often unwelcome in the international community, the targets of his comments are not entirely beyond reproach when it comes to supporting foreign nations with poor human rights records. The U.S. and the EU maintain close ties with several states that can be labeled as repressive—enormous trade exists with China despite the country’s repressive internal policies. Another example would be Washington’s decades-old friendship with the recently-deposed Hosni Mubarak, an alliance based on mutual interests despite a sad history of repression in Egypt.

Yet, in the end Washington often makes good on its avowed commitment to human rights throughout the world—the U.S. ultimately changed its policy toward Egypt and called for Mubarak to step down. While a certain level of hypocrisy can undeniably be attached to the U.S. or Venezuela in lauding democracy while maintaining unsavory friendships, Chávez seems to be particularly bold in his support of nations that have been brutally repressive with their populaces—Libya, Iran, and Belarus serving as prime examples. Friends of the Bolivarian revolution have tirelessly urged Chávez to focus more on domestic affairs and tone down his attempts to play a greater role on the world stage. Such requests seem to go unheard as the Venezuelan leader continues to exert greater influence in international affairs and foster alliances against the perceived Western hegemony.

It is hard to believe that Chávez could be so blind as to truly believe that an individual like Belarus’ Lukashenko could possibly win with 79% of the popular vote, despite the ensuing nationwide protests. Perhaps Chávez is comparing other such heads of state to himself; the Venezuelan leader remains very popular in his country and may be naïve enough to believe Lukashenko enjoys such a wide margin of political support. Perhaps it could be argued that Chavez is turning a blind eye to the grave human rights concerns in his allies’ countries in order to pursue important geopolitical influence. The U.S. has certainly done the same throughout history by propping up despotic leaders who were sympathetic to U.S. interests.

Currently, an opposition in Venezuela is mobilizing to protest Chávez’ support for Gaddafi despite the brutal repression in Libya. Factions of the Venezuelan opposition have cautioned that Chávez is putting Venezuela in the uncomfortable position of being an apologist for governments repudiated by the international community.

Foreign Policy and Domestic Politics

The suggestion that Gaddafi might choose to flee to Venezuela to seek asylum is not particularly far-fetched, considering Venezuela’s history of harboring ousted politicians. Vladimiro Montesinos, former Peruvian intelligence chief under the Alberto Fujimori, fled to Venezuela when Fujimori’s government was crumbling. Chávez publicly claimed ignorance to Montesinos’ whereabouts until international pressure forced the Venezuelan leader to extradite him after hiding for eight months in that country.

Although extending asylum to his international brothers-in-arms may sound like a good idea, Chávez’ government will find itself progressively more isolated if it continues down this path. Venezuela’s oil reserves will guarantee business ties with a multitude of nations in need of oil, but Chávez may end up in a scenario of dwindling political allies. Chávez’ offer to play mediator is an interesting sidestep after his initial comments of seemingly unconditional support for Gaddafi. Nevertheless, his diplomatic capital seems to be low considering the rejection of his offer.

For a leader like Chávez, whose political career has featured a valid emphasis on South-South cooperation, his choice of allies, and his willingness to defend even those currently committing human rights violations like Libya’s Gaddafi, show a dubious commitment to basic human rights standards. Despite some episodes of blatant authoritarianism in Venezuela, such as censorship of independent TV stations, Chávez has not become the full-scale, oppressive dictator that his foes often characterize him to be. Nevertheless, continued ties with the likes of Belarus’ Lukashenko and Libya’s Gaddafi will inevitably curtail any expansion of Venezuelan diplomatic influence.

This analysis was prepared by COHA Research Fellow Alex Sanchez
Posted 07 Mar 2011
Word Count: 1900

Sunday, March 6, 2011

Quote: Pourquoi l’Etat palestinien existe... en Amérique latine !




Pourquoi l’Etat palestinien existe... en Amérique latine !
publié le mercredi 9 février 2011
http://www.france-palestine.org/article16672.html

Lamia Oualalou

Ceux qui s’attendaient à ce que l’ex-président brésilien Luiz Inacio Lula da Silva consacre ses derniers jours de mandat à liquider les affaires courantes en sont pour leurs frais. Avant de remettre l’écharpe présidentielle à Dilma Rousseff, le 1er janvier, le chef d’Etat le plus populaire de l’histoire du Brésil a profité de son dernier mois au pouvoir pour relancer le débat sur la question israélo-palestinienne.
Le 1er décembre, Lula a envoyé à Mahmoud Abbas, le président de l’Autorité nationale palestinienne (ANP), une lettre dans laquelle il annonçait la reconnaissance officielle de la Palestine en tant qu’Etat indépendant, dans ses frontières de 1967 – avant la guerre des Six-Jours, comprenant la Cisjordanie, la bande de Gaza, et Jérusalem-Est. Cette décision, précise la missive, soutient « la légitime aspiration du peuple palestinien à un État uni, sûr, démocratique et économiquement viable, coexistant de façon pacifique avec Israël ».

Dans la foulée, Brasilia a offert un terrain aux Palestiniens, pour qu’ils érigent une ambassade. Invité à l’investiture de Dilma Rousseff, Mahmoud Abbas a d’ailleurs déposé le 31 décembre la première pierre de l’édifice.

Cette décision a fait l’effet d’une bombe dans le monde diplomatique. Le Brésil est loin d’être le premier pays à reconnaître l’Etat palestinien. Une centaine d’autres nations l’ont fait auparavant : les pays arabes, mais aussi d’Afrique, d’Asie, et, en Amérique latine, Cuba et le Venezuela. Mais la majorité de ces reconnaissances ont eu lieu à la fin des années 1980, après la déclaration d’indépendance de Yasser Arafat, alors leader de l’OLP. Depuis, le mouvement s’était tari.

Le geste brésilien a pris toute sa dimension, quatre jours plus tard, lorsque l’Argentine a fait de même. De Buenos Aires, l’annonce surprend plus encore. L’Argentine possède la plus importante communauté juive d’Amérique latine, très liée à l’Etat d’Israël. En outre, le pays est toujours marqué par les deux attentats qui ont ensanglanté la capitale au début des années 1990 – contre l’ambassade israélienne et l’Amia, une mutuelle de santé juive.

Quelques jours plus tard, la Bolivie, l’Equateur, le Paraguay, le Guyana et le Pérou ont emboîté le pas aux deux principales puissances d’Amérique du Sud. L’Uruguay devrait en faire de même dans les prochaines semaines. Soucieux de ne pas se singulariser, le Chili, pays qui abrite la plus grande communauté palestinienne hors du Moyen-Orient, a adopté une position intermédiaire, reconnaissant l’indépendance de l’Etat palestinien, mais sans mentionner les frontières.

Cette succession de reconnaissances de l’Etat palestinien a provoqué l’irritation d’Israël. Le vice-ministre des affaires étrangères, Danny Ayalon, a affirmé à la radio israélienne que les déclarations latino-américaines étaient contre-productives : « Elles ne font qu’encourager les Palestiniens à croire à un miracle, en croyant que la communauté internationale va imposer un accord à Israël. » Et d’ironiser en comparant chaque reconnaissance au fait de cliquer sur « J’aime » sur le réseau social Facebook.

A l’Assemblée générale des Nations unies

En face, Mahmoud Abbas n’a pas caché sa satisfaction, estimant que la vague de reconnaissances constituait un « pas de géant en direction de l’indépendance ». Alors que les négociations avec Israël semblent une fois de plus dans l’impasse, après le refus du gouvernement israélien de geler le programme de colonisation des territoires occupés, les Palestiniens sont tentés par une nouvelle stratégie : obtenir une reconnaissance au sein de l’Organisation des Nations unies, pour mettre Israël au pied du mur.

L’idée serait d’abord de présenter une résolution au Conseil de sécurité de l’ONU, déclarant que la construction de colonies israéliennes dans les territoires occupés – y compris la partie orientale de Jérusalem – est illégale et constitue le principal obstacle à un accord de paix permettant la coexistence de deux Etats. Comme les Etats-Unis ont déjà fait savoir qu’ils opposeraient leur veto à un tel texte, l’étape suivante serait de le proposer à l’Assemblée générale de l’ONU, en espérant obtenir le maximum d’appuis.

Cela n’aurait aucun impact direct, mais constituerait au moins une victoire diplomatique et morale. Parallèlement, l’Autorité palestinienne cherche à multiplier le nombre de pays reconnaissant la Palestine dans ses frontières antérieures à la guerre de 1967. Dans ce contexte, la décision du Brésil, de l’Argentine et de leurs voisins constitue une importante avancée.

« Le président Lula a voulu marquer le coup, et signifier qu’on doit trouver une autre façon de négocier. Les pourparlers actuels ne fonctionnent pas. Lula a choisi les derniers jours de son mandat pour renforcer le symbole », confie Marco Aurelio Garcia, conseiller spécial de l’ex-président sur les questions internationales et l’un des seuls à connaître les coulisses de la décision brésilienne. Il a d’ailleurs, depuis le 1er janvier, été reconduit à son poste par Dilma Rousseff.

Marco Aurelio Garcia rappelle que le dernier acte officiel de Lula a été de recevoir Mahmoud Abbas au Planalto, le palais présidentiel. L’objectif, ajoute-t-il, est de donner un coup d’accélérateur, en impliquant plus de pays. « Cela a fonctionné, puisque l’Argentine, la Bolivie, l’Equateur et le Chili » ont suivi. Contrairement à ce que les chancelleries occidentales ont spéculé, « il n’y a pas eu de concertation avec les pays voisins ». « Chaque pays a pris sa décision seul, précise Garcia. Mais cela a révélé la coïncidence de points de vue sur un sujet de politique internationale important, peut-être même le plus important du monde. L’Amérique du Sud prend conscience que pour jouer un rôle dans un monde multipolaire, l’intégration physique, énergétique, la politique de défense commune, sont nécessaires, mais que la convergence sur des questions de politique étrangère est nécessaire. »

Malgré l’absence de discussions en amont, le fait que ce soit Brasilia qui ait donné le la est révélateur. « Le Brésil s’impose ainsi comme le plus actif sur les questions internationales ; c’est une nécessité après l’échec de sa tentative de médiation sur la question iranienne », estime Jorge Battaglino, professeur de relations internationales à l’université Torcuato di Tella de Buenos Aires. « C’est aussi une manière pour toute la région de rentrer en plein dans un sujet hautement sensible, et de cesser d’être coupé du reste du monde », précise-t-il.

En Argentine, la prise de position a d’autant plus étonné que la nomination, pour la première fois, d’un ministre des affaires étrangères juif, Hector Timmerman, avait été interprétée comme un rapprochement avec Israël. « Ceux qui pensaient qu’avec Timmerman, le lobby pro-Israël influencerait Cristina Kirchner, se sont trompés », estime Pedro Brieger, écrivain argentin, auteur du Conflit palestinien, 100 questions et réponses.

Perte d’influence des Etats-Unis

Ce nouvel intérêt de l’Amérique latine pour des sujets jugés autrefois trop lointains est « facilité par la perte d’influence des Etats-Unis dans la région », analyse Alex Sanchez, chercheur au Council on Hemispheric Affairs, un centre d’études sur l’Amérique latine basé à Washington.

Cette implication dans la situation du Proche-Orient a été initiée en 2005, avec l’organisation à Brasilia du premier sommet entre pays arabes et pays latino-américains. A l’époque, Washington, qui demandait à assister aux débats en tant qu’observateur, s’était vu rappeler par le Brésil que les Etats-Unis ne se situaient dans aucune des deux zones géographiques, ce qui rendait la demande irrecevable.

Il est révélateur que le seul pays sud-américain à refuser ostensiblement de reconnaître l’Etat palestinien aujourd’hui est la Colombie, principal allié de Washington dans le sous-continent et proche d’Israël, avec lequel il entretient une importante collaboration militaire.

La nouvelle posture latino-américaine s’explique également par des raisons économiques. Bien que le Mercosur (qui inclut les pays du cône sud-américain) ait signé un accord de libre-échange avec Israël, en voie de ratification, les pays sud-américains ont des liens croissants avec le monde arabe et l’Iran. Le Proche-Orient est ainsi devenu un marché de premier plan pour les matières premières de la région. « Reconnaître l’Etat palestinien est une façon de s’attirer la sympathie des pays musulmans, et de renforcer les relations commerciales », confirme Alex Sanchez.

Quel impact aura réellement la vague de reconnaissance sur les négociations ? « A court terme, cela attire l’attention de la communauté internationale sur le sujet et souligne l’incapacité des Etats-Unis à faire avancer le dossier. Mais pour être vraiment efficace, il faudrait que le mouvement se poursuive en dehors de l’Amérique latine, notamment au sein de l’Union européenne », estime Pedro Brieger.

Pour Marco Aurelio Garcia, les enjeux seront plus clairs lors de la prochaine réunion entre pays arabes et latino-américains, qui aura lieu en février à Lima, au Pérou. Il est possible que plusieurs pays de la région en profitent pour reconnaître l’Etat palestinien. « Mais la réussite du sommet dépendra surtout des pays arabes, s’ils viennent nombreux ou non », dit-il.

Le conseiller international de la présidente brésilienne insiste sur le fait que les Etats-Unis ne doivent pas interpréter le geste brésilien comme une défiance. Il rejette aussi les commentaires de ceux qui estiment que le Brésil risque de voir son influence se diluer en intervenant sur trop de sujets internationaux. « Je pense que la décision de Lula est un cadeau pour Dilma. La présidente a d’ailleurs réitéré à Mahmoud Abbas l’intention du Brésil d’intensifier la coopération avec la Palestine. Le Brésil continuera à essayer d’être un intermédiaire important dans la recherche de la paix au Proche-Orient », insiste-t-il.

Est-ce une conséquence directe de ces reconnaissances ? Fin janvier, le comité de coordination d’une soixantaine d’ONG israéliennes soutenant le processus de paix a décidé de reconnaître à titre symbolique « un Etat palestinien dans les frontières de 1967 au côté d’Israël, avec Jérusalem comme capitale des deux Etats, ainsi que l’ont fait récemment plusieurs pays d’Amérique du Sud ». « Nous appelons le gouvernement israélien à adopter notre position et à reprendre sur cette base les négociations », a expliqué Ron Pundak, l’un des responsables de ce comité, qui avait participé aux négociations ayant abouti aux accords d’Oslo en 1993 sur l’autonomie palestinienne.

Friday, March 4, 2011

Entrevista : ARMAS RUSAS SE ABREN PASO EN EL CONTINENTE AMERICANO

ARMAS RUSAS SE ABREN PASO EN EL CONTINENTE AMERICANO
Video (in Spanish)
Link: http://actualidad.rt.com/actualidad/internacional/issue_21300.html
Russia Today, estudios en Washington
Marzo 4, 2011




Las exportaciones de armas rusas alcanzaron casi los diez mil millones de dólares el último año. Los analistas indican que el país pronto podría adelantar a EE. UU. en la venta de armas a América Latina.

Este mes de febrero Journal of Transatlantic Studies publicó un artículo del analista en temas de seguridad Alex Sánchez sobre la expansión de material bélico ruso en el continente americano.

Uno de sus principales clientes es Venezuela, que adquiere fusiles, tanques, helicópteros, aviones de guerra y hasta misiles de largo alcance.

Varios países de la región, entre ellos México, también muestran interés por los helicópteros y los sistemas rusos para la guardia costera.

En ese sentido Alex Sánchez, opinó, al ser entrevistado por la cadena RT, que en un futuro Moscú podría dejar atrás a EE. UU. gracias a la óptima calidad de su armamento y a las buenas relaciones con los Gobiernos latinoamericanos.

Según Sánchez, hoy en día Rusia y China están ganando mayor cuota del mercado latinoamericano, históricamente considerado por EE. UU. como “suyo”.

El presidente venezolano, Hugo Chávez, realizó en los últimos años muy calculadas y publicitadas compras de armamento, especialmente de procedencia rusa y china. Venezuela ha adquirido 24 aviones de combate biplaza polifuncionales Sukhoi Su-MK2; 53 helicópteros de la oficina de diseño Mil: Mi-26, Mi-35, Mi-17 y Mi-28N y 100.000 fusiles de asalto Kalashnikov AK-103. Además, Caracas a mediados de 2007 compró a Moscú 5.000 fusiles de precisión Dragunov.

Actualmente, en la ciudad venezolana de Maracay están construyéndose dos fábricas: la de fusiles Kalashnikov (tipo 103) y la de municiones para estos fusiles (tipo 39/7.62).

A finales del 2010, varias agencias informativas comunicaron que el Gobierno ruso aprobó un crédito de 4.000 millones de dólares a Venezuela para la compra de material bélico adicional. Muy pronto el arsenal venezolano contará con 92 tanques T-72 modificados y sistemas de misiles antiaéreos Tor-1M. De acuerdo con los datos de la ONU y fuentes diplomáticas, Rusia ha suministrado al Ejército venezolano 1.800 misiles portátiles tierra-aire tipo Igla-S (SA-24).

Desarrollando sus éxitos diplomáticos a través de una “diplomacia militar”, Moscú vendió también significativas cantidades de material bélico a otros Estados de la región aprovechando, para llenar su portafolio de pedidos militares, las buenas relaciones con otros Gobiernos y ejércitos de Latinoamérica. En febrero de 2009, Bolivia firmó un contrato con Rusia por un importe de 150 millones de dólares para modernizar sus arsenales.

Asimismo, Rusia vendió, o está negociando la venta de equipos bélicos, a varios otros países de América del Sur, como por ejemplo un helicóptero Mi-8/Mi-17 a Ecuador en 2009. En el mismo año, Brasil adquirió 12 helicópteros Mi-35M por 150 millones de dólares.

Uruguay compró 48 vehículos anfibios polifuncionales tipo GAZ-3937.

Al mismo tiempo, Perú, el viejo cliente de industria armamentística de la URSS, procedió a actualizar su flota de helicópteros al adquirir a Rusia varios aparatos Mi-17, incluyendo seis helicópteros de este modelo en 2010. En febrero de este año, los medios peruanos informaron que Lima recibirá en marzo dos helicópteros Mi-35. Dichos aparatos, que destacaron en sus versiones anteriores durante la guerra en Afganistán, son muy importantes para el Ejército peruano por sus altas prestaciones en las condiciones de las altitudes andinas. Seguramente serán de mucha ayuda en operaciones contra la agrupación narcoterrorista Sendero Luminoso, está seguro Sánchez.